Como cada año, la nieve cubre estos hermosos lugares cerca de la pequeña aldea de Saint-Martin.Es habitual que llegue el deshielo de la primavera y que la superficie blanca no se haya alterado con ninguna huella humana.
Paisaje de nieve. Azul y blanco
Como cada año, la nieve cubre estos hermosos lugares cerca de la pequeña aldea de Saint-Martin.Es habitual que llegue el deshielo de la primavera y que la superficie blanca no se haya alterado con ninguna huella humana.
Reflejos en el estanque helado
En un paisaje blanco donde todo parece inmovil, el único signo de aparente movimiento es el reflejo del cielo en las aguas heladas del arroyo. Y con sólo mirar sus aguas quietas, podemos saber que apenas queda tiempo para que se acabe el día. Cerca del glacial Bay
Más al norte de este lugar se extiende la tundra ártica, un lugar desértico, de llanuras inmensas donde apenas crecen los árboles, y el suelo permanece helado, el permafrost, la mayor parte del año, pero a pesar de ello está lleno de vida.
Paisaje nevado de Finlandia
Interminables bosque de coníferas y abetos. Incontables ríos que traen las aguas desde las montañas y glaciares cercanos. Las mismas rocas, el propio suelo, y también las aldeas. Da igual, aquí todo se hiela. Dentro de poco, hasta las aguas de este río también quedarán congeladas. Bosques nevados en FINLANDIA
Finlandia en invierno se pinta de blanco. Los lagos se hielan y los bosques se cubren de nieve.
Los lugares cambian
Cómo cambian los lugares según la estación del año.Una cerca de madera, en un campo fertil y verde, radiante de vida y color en primavera, y meses más tarde, congelada, en un paisaje gris e inerte, yermo y esteril en lo más crudo del invierno. Así es la naturaleza, y, es verdad, amiga, así de cambiantes son también las personas.
El camino cubierto de nieve
En una zona boscosa, un antiguo sendero que fué transitable durante casi todo el año, apenas se reconoce después de una gran nevada. El paisaje parece inmaculado, como si nunca antes, nadie hubiera pasado por aquí.
Un paisaje de cuento de Navidad
Como en un cuento de Navidad, una vieja cabaña de madera, se encuentra perdida y solitaria en un bosque nevado. Fuera todo está cubierto de hielo y nieve: los árboles, los caminos, los lagos y los arroyos. Pero dentro, la leña seca guardada desde el invierno, arde en la chimenea y da calor al auténtico hogar.
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